La reducción de la actividad física en la sociedad moderna se asocia al desarrollo de una serie de condiciones que afectan adversamente la salud.

Por lo tanto, la actividad física regular es una de las cosas más importantes que podemos hacer por nuestra salud.

En el caso específico del hígado graso, diversos estudios han demostrado que el ejercicio físico regular es capaz de revertir el hígado graso tanto en humanos como en animales de experimentación. Los resultados obtenidos en los estudios mencionados demuestran que el ejercicio reduce los niveles de triglicéridos en la sangre y también en el hígado. Ello se debe a los potentes efectos metabólicos del ejercicio a nivel muscular aumentando el consumo de oxígeno y mejorando la utilización de los azúcares y grasas. Una publicación aparecida en el número de enero de la revista Journal of Hepatology analizó 23 estudios sobre el punto y demostró que el ejercicio determina consistentemente una reducción de la grasa hepática y una mejoría de la tolerancia a la glucosa. Interesantemente, los pacientes obtienen beneficio aun si no se logra una pérdida de peso.

También existe evidencia que indica que las personas que se ejercitan y luego hacen una transición repentina a un estilo de vida sedentario exhiben un aumento en el riesgo de desarrollar hígado graso no alcohólico. Por lo que es importante señalar que el ejercicio debe ser un hábito regular a seguir idealmente de por vida.

Además, el ejercicio puede ayudar a:

  • Controlar su peso.
  • Reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
  • Reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer.
  • Fortalecer los huesos y los músculos.
  • Mejorar su salud mental y el estado de ánimo.
  • Mejorar su habilidad para hacer las actividades diarias y evitar las caídas, si usted es un adulto mayor.

¿Cuánto ejercicio?, ¿Cuál ejercicio?

No existen muchos estudios al respecto. Sin embargo, está establecido que el ejercicio es beneficioso si se realizan al menos 150 minutos semanales de un ejercicio de moderada intensidad.

Aunque el ejercicio aeróbico es el mejor estudiado y considerado el más beneficioso el ejercicio de elongación y fortalecimiento muscular también ha demostrado beneficio.

Dado que no todas las personas pueden hacer todos los ejercicios hay ciertos principios que seguir, tales como:

  • Evaluar su condición médica antes de iniciar un programa de actividad física.
  • Comenzar de a poco y a su ritmo.
  • Idealmente recibir asesoría de un profesional.

Consulte los documentos diseñados por el servicio de salud de estados unidos para mayor información.

 Manténgase activo a su manera: información para adultos

Recomendaciones sobre actividad física para los estadounidenses (2008)
(2008 Physical Activity Guidelines for Americans).

 Manténgase activo a su manera: Guía para adultos

Con base en las recomendaciones sobre actividad física para los estadounidenses publicadas en 2008 por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos, 2008 Physical Activity Guidelines for Americans.