El hígado graso no alcohólico no tiene una terapia efectiva con fármacos. Sin embargo, existen datos sólidos respecto de la eficacia del ejercicio físico regular en el tratamiento de esta condición. Es decir, algo relativamente simple resulta ser un tratamiento eficaz. Lo anterior va en la línea del concepto del ejercicio como medicamento para diversas condiciones entre las que se incluye el hígado graso. Vamos a los detalles. Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Hepatology ha demostrado que el ejercicio es capaz de modificar la cantidad de grasa del hígado independientemente de la frecuencia o intensidad del mismo. En efecto, los investigadores examinaron el efecto de distintos esquemas de ejercicios aeróbicos (alta y baja intensidad, alto y bajo volumen) durante un período de ocho semanas sobre la cantidad de grasa en el hígado que se evaluó con una técnica muy precisa denominada espectroscopia de resonancia magnética (MRS). Se observaron reducciones de hasta el 30% de la grasa independiente de la pérdida de peso. Interesantemente, no se observaron diferencias significativas entre los distintos regímenes de ejercicios aeróbicos en cuanto a su efecto reductivo en la grasa en el hígado. En otras palabras, hacer algo de ejercicio es siempre mejor que nada.

Guía para la prescripción de ejercicio físico en pacientes con riesgos cardiovascular.

Prescripción de ejercicio físico para el acondicionamiento cardio-respiratorio.

El tema del ejercicio es simple y complejo a la vez dada las dificultades que encontramos para combatir el sedentarismo imperante en la sociedad moderna. El estudio que se comenta apunta a la importancia de recomendar esta medida en todos los pacientes dado su potencial impacto también en otras esferas de la salud como la diabetes y el riesgo cardiovascular. Se requieren mas estudios para definir la dosis adecuada para el hígado pero en el intertanto la prescripción del ejercicio debe ser personalizada. Cuando sea posible es recomendable seguir las guías sugeridas para personas con riesgo cardiovascular. Por cierto, antes de iniciar un programa de ejercicios es necesario tener una evaluación médica.